La tecnología lo cambia todo. Incluidas mis siestas

La tecnología lo cambia todo. Incluidas mis siestas

Te guste o no el ciclismo, seguro que alguna siesta con el Tour de Francia de fondo te has echado. O si no, conoces a alguien que le ha pasado. La tecnología va a cambiar hasta la hora de la siesta.

Imaginad un día de verano, son las 2:30 de la tarde, y el sol aprieta. Me acomodo en mi sofá, enciendo la televisión y conecto con el Tour de Francia en Radiotelevisión Española.

A pesar de mi pasión por el ciclismo, el calor y la comodidad me llevan a una siesta. Y he de confesar, que lucho y lucho para no quedarme dormido y, al final me pierdo lo mejor de la etapa y despierto sobresaltado cuando la etapa ya ha terminado.

Este fin de semana he pasado por ese sofá de verano pero como no había Tour de Francia he estado viendo cómo la gente está usando las Apple Visión Pro. Y esto me ha dado pie a fantasear sobre cómo serán las siestas mas pronto que tarde.

No quiero quedarme dormido

A pesar de amar el ciclismo, de considerarlo mi forma de vida, muchas veces me quedo dormido y me pierdo los mejores momentos de las etapas.

No vamos a negarlo. Del las 4 horas que puede durar una etapa, lo realmente importante es un 10%, el resto puede llegar a ser aburrido.

Pero es aburrido porque a través de la televisión, muchas veces no captamos la esencia, la emoción y el verdadero desafio que enfrentan los ciclistas durante toda la carrera. El formato no es el óptimo.

En Granada tenemos la suerte de ver a los prefesionales entrenando en las mismas carreteras por las que nosotros paseamos. En numerosas ocasiones me han pasado profesionales volando mientras yo iba con los dientes apretados y un dolor en las piernas que solo el que hace bici sabe lo que es.

De verdad que soy incapaz de imaginar el dolor de piernas o lo que un ciclista debe pensar o sentir en carrera.

Una respuesta inmersiva

La respuesta podría estar en la inmersión que ofrecen tecnologías como Vision Pro. Imaginad poder ponernos unas gafas de realidad aumentada y seleccionar la cámara onboard de cualquier ciclista.

¿Y poder tener varios ciclistas al mismo tiempo?

Ver lo que él ve, escuchar su respiración, sentir cada curva y cada subida como si estuviéramos ahí.

Estoy seguro que de esta forma de ver ciclismo, hasta una etapa llana en la que el pelotón va agrupado y a priori no pasa nada, nos mantendría despiertos. Al menos a mi.

El beneficio es claro: una experiencia profundamente inmersiva que nos conecta con el corazón del ciclismo. No solo veríamos la competición, sino que sentiríamos cada pedaleo, cada gota de sudor, cada estrategia y esfuerzo. Esto no solo enriquecería nuestra apreciación del deporte, sino que nos haría parte de él.

En fin. Una fantasía

Esta fantasía de verano podría ser una realidad y a día de hoy algo facilmente imaginable y seguro que implementable y que no dudo veremos más pronto que tarde.

Y quien dice ciclismo, dice fútbol, baloncesto o cualquiero otro evento.

Soy de los que piensa que pronto veremos gente en los estadios de fútbol con gafas y mirando a todos sitios menos donde está la pelota.